jueves, 31 de diciembre de 2009

Lo que no se dice de Israel: construcción de viviendas árabes en Jerusalén Este (I).

Distintos medios de comunicación han estado denunciando continuamente la construcción, por parte del Gobierno israelí, de viviendas en Jerusalén Este para "colonos" judíos. ¿Qué medios? ABC, El País, El Mundo y Público, entre otros.
También se ha estado afirmando que esta medida, juntamente con las demoliciones de casas árabes en el sector oriental de la Ciudad Santa y las expulsiones de sus habitantes, constituyen un método de limpieza étnica cuyo objetivo sería judaizar la zona (aquí, aquí y aquí, por poner sólo tres ejemplos).
Si realmente se está judaizando Jerusalén Este a través de las expulsiones de árabes y de la construcción de viviendas sólo para "colonos",... ¿cómo se explica esto?

Esta es mi última entrada de este año 2009. Feliz Año 2010 para todos aquellos que desean la consecución de la paz en Oriente Próximo.
Shalom/Salam.

martes, 22 de diciembre de 2009

Así funciona la O.N.U. (II).

La Organización de las Naciones Unidas comprende 192 Estados soberanos con igual representación en la Asamblea General. De todos ellos, los siguientes no reconocen a día de hoy el derecho de Israel a existir: Afganistán, Argelia, Bahréin, Bangladesh, Chad, Cuba, Indonesia, Irán, Irak, Corea del Norte, Kuwait, Líbano, Libia, Malasia, Pakistán, Qatar, Arabia Saudí, Sudán, Siria, los Emiratos Árabes Unidos y Yemen.
Además, otros países no mantienen lazos diplomáticos con Israel por haberlos cortado, o sólo reconocen al Estado judío parcialmente. Entre esas naciones están Bolivia, Venezuela, Yibuti y Mauricio.
De entre los países arriba referidos, los siguientes votaron en contra de la Resolución 181 de la Asamblea General, negando así el derecho de Israel a existir, ya antes de la independencia del Estado hebreo: Afganistán, Cuba, Irán, Irak, Líbano, Pakistán, Arabia Saudí, Siria y Yemen. También hicieron lo propio Egipto, Grecia, India y Turquía, aunque estos países terminaron por reconocer al Estado judío.
Libia y Turquía son miembros no permanentes del Consejo de Seguridad.
Asimismo, en el Consejo de Derechos Humanos están presentes, de entre los países que votaron en contra del Plan de Partición, los siguientes: en primer lugar, Bahréin, Bangladesh, Cuba, Indonesia, Malasia, Pakistán, Qatar y Arabia Saudí, que a día de hoy no reconocen el derecho de Israel a existir; y en segundo lugar, Egipto e India, que han terminado por reconocer al Estado hebreo. Están presentes, además, Bolivia, Yibuti y Mauricio, que han cortado sus relaciones con Israel o sólo reconocen al Estado judío parcialmente.
Y aquí hablamos de los actuales miembros de la Asamblea General, el Consejo de Seguridad y el Consejo de Derechos Humanos; luego aún habría que hablar de miembros pasados y futuros.
La Resolución 60/251 de la Asamblea General fue la que sirvió para crear el Consejo de Derechos Humanos en 2006. Aquí se puede consultar esta Resolución en español, en la que se sientan, entre otros, los siguientes 6 principios:
i) Artículo 2: protección justa y equitativa de los derechos de todas las personas, sin hacer distinciones de ninguna clase.
ii) Artículo 3: deber de atender a las situaciones en las que se vulneren los derechos humanos en orden de realizar recomendaciones al respecto.
iii) Artículo 4: universalidad, imparcialidad y no selectividad, diálogo constructivo y cooperación internacional, a fin de impulsar los derechos humanos.
iv) Artículo 5, letra f): prevención de las violaciones de los derechos humanos y pronta respuesta a situaciones de emergencia en las que los derechos humanos estén en peligro.
v) Artículo 8: deber, por parte de los Estados miembros de la O.N.U., de examinar la contribución a la promoción y la protección de los derechos humanos por parte de los Estados candidatos a formar parte del Consejo.
vi) Artículo 9: aplicación, por parte de los Estados miembros del Consejo, de las más estrictas normas de promoción y protección de los derechos humanos.
A continuación presento una lista de conflictos recientes, o bien conflictos aún abiertos o cuyas consecuencias todavía repercuten sobre la población:
* La Segunda Guerra del Congo, librada entre 1998 y 2003, provocó 3.900.000 víctimas mortales, pero sus consecuencias y las luchas derivadas que aún se libran continúan diezmando a la población, elevando el número de muertos a día de hoy a 5.400.000 personas.
* La violencia inter-étnica en Darfur, que aún continúa, ha costado unas 300.000 víctimas mortales desde 2003.
* La Guerra de Irak, en activo desde 2003, ha costado más de 100.000 muertos.
* La Guerra Civil somalí, en activo desde 1991, ha costado 300.000 muertos.
* El conflicto israelo-palestino ha costado, en los últimos 20 años, 1.483 vidas israelíes y 7.398 vidas palestinas; asimismo, la Segunda Guerra del Líbano, en 2006, provocó más de 1.000 víctimas mortales.
Está claro que el conflicto árabe-israelí es un conflicto trágico, pero comparativamente, el número de víctimas mortales que provoca es escaso en comparación con otros conflictos armados. Sin embargo, el Consejo de Derechos Humanos de la O.N.U. parece tener otra opinión. Y es que entre 2006 y 2009 procedió a reunirse en sesión extraordinaria 12 veces, siendo Israel el protagonista de las sesiones especiales 2ª., 3ª., 6ª., 9ª. y 12ª., mientras que la violencia inter-étnica en Darfur sólo motivó la 4ª. y la violencia en la República Democrática del Congo fue la causante de la 8ª. únicamente.
¿Cómo se puede tragar que Israel haya sido objeto de 5 de esas 12 sesiones especiales, mientras que la violencia en Sudán y la violencia en la República Democrática del Congo fueron objeto de una para cada caso? Ello implica que el Consejo se ha traicionado a sí mismo y con esta actitud ha vulnerado los principios arriba señalados con los numerales i), ii), iii) y iv), es decir, que al centrarse más en el Estado judío que en otros, aunque las violaciones de derechos humanos por esos otros Estados sean mayores, ocurre lo siguiente:
i) Se hacen distinciones en función de quiénes son las supuestas víctimas y quiénes son los supuestos verdugos.
ii) No se presta la debida atención a otros conflictos, e incluso se ignoran.
iii) No se aplican la universalidad, la imparcialidad y la no selectividad, no existen el diálogo constructivo ni la cooperación.
iv) No se prevén violaciones de derechos humanos ni se responde con prontitud y urgencia a muchas de ellas.
A ello hay que añadirle que una gran parte de los Estados miembros del Consejo provocan masivas violaciones de los derechos humanos, o bien éstas ocurren en sus territorios, lo cual vulnera los principios arriba señalados con los numerales v) y vi).
Un servidor apunta a las siguientes razones para explicar todo esto:
1.- En el Consejo de Derechos Humanos hallan representación países que no reconocen o no reconocieron en su día a Israel, así como Estados que sólo reconocen parcialmente al Estado judío o que han cortado relaciones con él, como Yemen o Mauricio, respectivamente. Las críticas a Israel desde este Consejo, motivadas políticamente, constituyen un método efectivo para atacar la imagen del Estado judío.
2.- Muchos de los países del Consejo cometen violaciones de los derechos humanos, o bien éstas ocurren en su territorio; buenos ejemplos son Arabia Saudí, Cuba y Zimbabwe. Al centrarse en Israel, estos Estados consiguen desviar la atención del mundo de sus propios problemas internos en materia de derechos humanos.
3.- Muchos de los países hostiles a Israel que hallan representación en la O.N.U. son ricos en recursos, como los Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Indonesia y Venezuela, o bien dependen de los recursos de esos mismos países, como es el caso de China. Así, los países ricos en recursos y que a su vez son hostiles a Israel pueden chantajear a los miembros del Consejo que son deficitarios en esos recursos, obligándoles a apoyar decisiones que perjudiquen al Estado judío.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Así funciona la O.N.U. (I).

En el año 2006, la Comisión de Derechos Humanos fue reemplazada en el seno de la O.N.U. por el Consejo de Derechos Humanos. Es el mismo Consejo que aprobó el informe realizado por el juez sudafricano Richard Goldstone, según el cual Israel cometió crímenes contra la Humanidad durante la guerra del pasado invierno en la Franja de Gaza. Y el mismo Consejo entre cuyos miembros actuales se encuentran los siguientes países: Angola, Burkina-Fasso, Camerún, Yibuti, Egipto, Gabón, Ghana, Madagascar, Mauritania, Nigeria, Senegal, Zambia, Bahréin, Bangladesh, China, India, Indonesia, Jordania, Malasia, Pakistán, Filipinas, Qatar y Arabia Saudí.
Todos ellos países ejemplares, vamos. Qué casualidad que nunca o casi nunca se hable en este Consejo de las violaciones de los derechos humanos cometidas en esos países. Pero ¿qué va a decir este Consejo sobre Israel, cuando muchos de sus miembros ni siquiera reconocen su derecho a existir?
En 1993 fue creada una O.N.G. llamada U.N. Watch, con base en Ginebra, Suiza. Uno de sus máximos responsables es Hillel Neuer, quien hace no mucho fue invitado a hablar a una reunión del Consejo de Derechos Humanos de la O.N.U. Aquí está el vídeo en el que se ve la intervención de Neuer, con subtítulos en español, incluida la respuesta del Presidente del Consejo.

sábado, 12 de diciembre de 2009

El terrorismo palestino y los niños de Hamas (II).

Ya relaté en su día la nefasta influencia "educativa" de Hamas en las mentes de los niños palestinos, siendo esa una de las causas del terrorismo palestino. Es algo que por supuesto se le ha pasado por alto tanto a Human Rights Watch como a Amnistía Internacional, y por supuesto también a la O.N.U., así como a los medios de comunicación, pero por fortuna alguien sí se ha dado cuenta: María Gloria de Anta, de Telespectadors Associats de Catalunya.
Aquí está el vídeo que sirve de denuncia. María Gloria de Anta lo explica todo.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Sabiduría.

Aquí, con fecha martes 13 de enero de 2009, mientras la guerra corroía una vez más a Oriente Próximo, Maital Guttman dio un magnífico ejemplo de sabiduría. Explicó todo lo que hubiera debido explicarse aquí en España sobre la guerra en Gaza de hace ahora casi un año y que sin embargo no se explicó. Se nos ofreció la historia de tal modo que la mayor parte de la gente no se hizo preguntas, como en qué circunstancias vivían muchos israelíes bajo el constante acoso de los cohetes de Hamas. O cuáles son las libertades de los gazadíes bajo el dominio de esta organización terrorista. Como tampoco se prestó especial atención a la ayuda humanitaria que Israel enviaba o permitía enviar a la Franja de Gaza.
No se trata, como afirma esta documentalista independiente israelí residente en Los Ángeles, de echarle más leña al fuego; ni de simplificar el conflicto israelo-palestino reduciéndolo a una guerra entre buenos y malos; ni de negar el sufrimiento de ninguno de los dos pueblos implicados. Se trata, simplemente, de poner los puntos sobre las íes.
El artículo de Maital lleva por título Los Comentarios Incendiarios Avivan las Llamas (Inflammatory Comments Fuel the Fire), y ahora lo traduzco del inglés al español lo más fielmente posible:


"Con mi familia viviendo en Israel y dos primos sirviendo actualmente en el ejército israelí, he estado analizando la situación cuidadosamente. Es desgarrador. Es trágico. Gente inocente está sufriendo en ambos lados. Pero ahora no es el momento de hacer observaciones incendiarias. Ahora no es el momento de lanzar despiadadamente por ahí palabras como 'genocidio'. Ahora no es el momento de apuntar con el dedo a un único bando, sin tomar un punto de vista crítico a lo que están haciendo ambos bandos. Tengo miedo de que esto sólo le eche más leña al fuego, en un momento en el que todos deberíamos ser autocríticos, examinar los hechos sobre el terreno, y llamar a ambos bandos al final de la violencia. Al final del día, creo que el pueblo palestino es el que más está sufriendo, pero la culpa no se le puede echar solamente a Israel, sino también a los líderes de Hamas.

En 2005, mi primo israelí y unos amigos participaron en una manifestación por la paz que llamó a la retirada de Gaza. Los israelíes creyeron que el pueblo palestino tiene derecho a gobernarse a sí mismo. Era un tiempo de esperanza, y era el principio del fin de la ocupación. Un año más tarde, mi primo estaba en el ejército, y estaba echando a su propia gente israelí de sus hogares en Gaza. La esperanza era la de que este sería el primer paso hacia la paz.

Tristemente, esto no ocurrió. Recuerdo el shock y la consternación que los israelíes sintieron cuando los gazadíes votaron a Hamas para que ocupara el poder. En julio de 2006, los líderes de Hamas emitieron estas declaraciones: 'La aniquilación de los judíos aquí en Palestina es una de las más espléndidas bendiciones para Palestina. Esto será seguido por una gran bendición, alabado sea Alá, con el establecimiento de un Califato que gobernará la tierra y será grato para los hombres y Dios.'

Contrastad esto con la declaración hecha recientemente por la Ministra de Exteriores de Israel: 'Mientras nos enfrentamos a Hamas, Israel continúa creyendo en una solución de dos estados y se mantiene adherido a las negociaciones con la legítima Autoridad Palestina en el contexto del proceso de paz.'

¿Los líderes de quién, entonces, están aparentemente llamando al genocidio?

Desde que tomó el poder, Hamas ha estado empeorando la situación del pueblo palestino. Cientos de palestinos han sido asesinados por prójimos palestinos. En 2007, al menos 344 palestinos han sido asesinados por su propia gente. Una se pregunta ¿por qué la vida de un palestino vale más cuando es tomada por un soldado israelí? ¿Por qué no hay rabia cuando Hamas llama al público para servir como escudos humanos para los terroristas como hicieron más pronto este año?

Desde la retirada israelí en 2005, unos 6.500 cohetes han sido disparados sobre Israel, sobre todo a la cercana Sderot. Los niños se acostumbraron a escuchar la alarma y tener 15 segundos para correr a un refugio. Si terroristas mexicanos (o peor aún, el gobierno mexicano) disparara una media de 40 cohetes sobre San Diego diariamente, ¿no tendrían los EE.UU. el derecho y la responsabilidad de proteger a su pueblo? Lo mismo es verdad para Israel, que ha intentado negociar y ha esperado por más de dos años. Pero Hamas terminó el alto el fuego y ahora también está adquiriendo cohetes más potentes que llegan más lejos dentro de Israel. Israel no tenía otra opción excepto la de responder. Todo país tiene el derecho y la obligación de proteger a su pueblo.

Dicho esto, estoy muy triste por el número de palestinos inocentes muertos. Os puedo asegurar que lo último que Israel quiere es enviar a sus jóvenes soldados por un camino peligroso, a no ser que sea absolutamente necesario. Puedo aseguraros que esto no está pensado para ser un ataque sobre los palestinos, sino sobre la organización terrorista que es Hamas. Se permite que ayuda humanitaria, comida y ambulancias entren en Gaza, y yo considero mi responsabilidad como israelí y como judía hacer a Israel responsable, y para asegurar que hace todo lo que puede para evitar una crisis humanitaria.

Para ser honesta, no estoy segura de cuál será el resultado de la guerra. Temo que en un intento de quitar de en medio una infraestructura terrorista que dispara cohetes sobre Israel, la destrucción, el trauma y la pérdida de vidas sólo alimentarán más el odio. Estoy especialmente preocupada por los niños palestinos cuyo trauma temo que los guiará hacia el extremismo.

Al final, creo que el ciudadano medio en ambos lados desea la paz. Debo creer esto para ser igual. Sueño con el día en que nuestros pueblos puedan estar juntos, practicar el deporte, viajar al país del otro, y tener dos estados viviendo pacíficamente lado a lado. No creo que esto pueda ocurrir sin unos líderes valientes que miren hacia delante, deseosos de hacer lo que quizá sea impopular para el ideal de la paz. Rezo por el pueblo palestino y por mi propio pueblo en Israel, y nos reto a todos nosotros a hacer lo que podamos para apagar las llamas del desentendimiento y el odio, más que para avivarlas.

Es muy fácil culpar a un bando o a otro, y sé que nuestras comunidades y familias quizás lo hacen muy fácilmente, pero somos una generación que cree que podemos marcar la diferencia, que ha viajado y ha sido capaz de ver la vida desde la perspectiva de otros, y que todavía se mantiene en los ideales según los cuales quizás un día todos nos sentemos juntos y en paz. Inshallah. Shalom."

viernes, 4 de diciembre de 2009

Otras observaciones sobre las declaraciones de Pérez Tapias.

Además de lo dicho aquí, aquí y aquí sobre el artículo de opinión de José Antonio Pérez Tapias, diputado socialista por Granada, me gustaría hacer más comentarios al respecto.
Para empezar, el "muro" por el que Pérez Tapias y tantos otros protestan no es un muro. En la mayor parte de su recorrido, se trata de una valla. Y en segundo lugar, es ridículo pensar que la barrera (llamémosla así, pues quizás sea el término más neutral) se realiza con fines de segregación al estilo del Apartheid sudafricano. ¿Por qué? Porque en ese caso, la barrera separaría no sólo a Israel y a los colonos de los árabes de Palestina, sino que los separaría también de los árabes israelíes, quienes étnicamente son, en su vasta mayoría y precisamente, palestinos. Y eso no ocurre. Nazaret es una ciudad israelí poblada mayoritariamente por árabes y ninguna barrera los separa de los judíos. Queda claro, pues, que la idea del "muro" como método de segregación es absurdo. Si quieres segregar a un grupo étnico, empiezas por aquellos que están dentro del país, no por aquellos que están fuera de él.
La verdad pura y dura es la siguiente: Israel construyó la barrera con fines de seguridad. Así, del mismo modo, las barreras que separan Ceuta y Melilla de Marruecos están ahí por la misma razón, y lo mismo vale para la barrera que separa los EE.UU. de México. En los casos español y estadounidense, se trata de evitar la inmigración ilegal y el crimen organizado transfronterizo. Y en el caso israelí, se trata (aparte de por lo anterior, que también) de evitar la infiltración de terroristas palestinos.
En los años 90 comenzaron a cometerse ataques con bomba a manos de terroristas suicidas. A medida que avanzaban los años, el número de ataques se iba haciendo cada vez mayor. Si en 1993 tuvo lugar un único ataque, en los años 1994, 1995 y 1996 ocurrieron cuatro cada año. De los cuatro ataques del año 2000 se pasó a los 41 del año 2001, y de ahí a los 45 del año 2002. Fue precisamente en el año 2000 cuando empezó la Segunda Intifada o Intifada de al-Aqsa.
No sólo creció el número de atentados, sino el número de víctimas por suceso. El atentado del año 1993 costó una vida (la víctima era, irónicamente, palestina), sin contar al autor, mientras que el atentado ocurrido en un autobús en la calle Dizengoff de Tel Aviv en 1994 se cobró 22 vidas inocentes. Un atentado en una discoteca en 2001 costó otras 21 víctimas mortales, excluyendo al criminal.
A estos atentados hay que sumarles otros de menor calado pero también dañinos, como los disparos efectuados por tiradores palestinos desde posiciones elevadas y en dirección a carreteras por las que circulan israelíes.
Todo esto fue lo que provocó, ya en los 90, la idea de construir una barrera que impidiera la entrada clandestina de terroristas en suelo israelí a efectos de provocar atentados como los arriba mencionados. Y en los sectores en los que la barrera se erige en muro, se ha conseguido obstaculizar los disparos efectuados por tiradores.
La barrera protege asimismo a los habitantes de las colonias, quienes padecen también ataques terroristas, por muy criticable que pueda ser el hecho de establecer esos enclaves.
La construcción de la barrera se aceleró con la Intifada de al-Aqsa, y funcionó. Consecutivamente entre 2002 y 2008, el número de atentados terroristas suicidas por año fue de 45, 23, 17, 9, 3, 1 y 1. Para el mismo período, el número de muertos por año, excluyendo a los terroristas suicidas, fue de 238, 145, 93, 30, 15, 3 y 1.
La información correspondiente a los atentados y sus víctimas, así como las fuentes utilizadas, se puede encontrar aquí (en inglés).
Otra cosa que me llama la atención del artículo es algo que ya había visto con anterioridad. Se trata de las siguientes palabras: "Ya hace años, precisamente la escritora sudafricana de origen judío, Nadine Gordimer, Premio Nobel de Literatura en 1991, comenzó a hablar del 'apartheid' puesto en práctica por el Estado de Israel." Por alguna extraña razón, los pro-palestinos tienden mucho a utilizar los argumentos de aquellos judíos que critican a Israel. Es como si una crítica anti-israelí fuera más válida sólo porque la realiza un judío.
Por último, termina Pérez Tapias diciendo: "Lleva razón Zapatero: 'otros muros deben caer.' Si no es así, todos los lemas relativos a un mundo sin fronteras son expresión del piadoso deseo de un utopismo impotente." Yo le contesto a Pérez Tapias que si quiere puede dar ejemplo tirando las vallas de Ceuta y Melilla, pero los israelíes son lo suficientemente realistas como para salvaguardar su seguridad.
Otra cosa es que Tapias realmente cometa la desfachatez de creer que tirando abajo el "muro" israelí, las vallas de Ceuta y Melilla o la barrera estadounidense, todos nosotros (españoles, marroquíes, estadounidenses, mexicanos, israelíes y palestinos) nos vayamos a hacer amigos, cojiditos de la mano y brincando como corderitos por el campo...

Sobre la analogía entre Israel y el apartheid sudafricano (III).

Más leyes del apartheid sudafricano (aquí, en inglés), en respuesta a la analogía de Israel con el apartheid sudafricano, expresada por el diputado socialista por Granada, José Antonio Pérez Tapias, en este artículo de opinión:

11.- Acta de Nativos, Acta N.º 64 de 1956: negó a la gente negra el derecho a apelar a los tribunales en casos de desalojo forzoso.
En Israel, cualquier persona, independientemente de cuestiones étnicas, raciales o religiosas, tiene derecho a recurrir a los tribunales del país, incluyendo a aquellos que, no siendo ciudadanos israelíes, se vean afectados por las acciones de las autoridades del Estado judío.
12.- Acta de Extensión de la Educación Universitaria, Acta N.º 45 de 1959: puso fin a la presencia de estudiantes negros en universidades en las que estudiaban blancos. Se crearon universidades asignadas a distintas razas.
En Israel, ninguna ley impone la segregación étnica, religiosa o racial en las universidades.

martes, 1 de diciembre de 2009

El surgimiento del nacionalismo palestino.

Entre los círculos antisionistas se suele ver al pueblo palestino como el único con derecho a la autodeterminación en Palestina, siendo el sionismo un movimiento foráneo de naturaleza colonizadora. Los palestinos, según afirman aquellos que deslegitiman existencialmente a Israel, son un grupo nacional forjado durante siglos de dominio árabe sobre Palestina. Un análisis de los hechos históricos nos demuestra, sin embargo, que no es así. El nacionalismo árabe palestino es en realidad una reacción al sionismo, y si éste hallaba oposición entre los árabes de Palestina era simple y llanamente porque proponía la construcción de un Estado judío en lo que ellos consideraban suelo sagrado musulmán.

Irónicamente, los kibbutzim y moshavim de la Yishuv, o muchos de ellos, fueron implantados en tierras que los árabes de Palestina les vendieron a los judíos entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, precisamente cuando el sionismo era débil y los judíos tenían bien lejos la soberanía en Tierra Santa (en aquel momento, en manos otomanas, es decir, musulmanas), no habiendo comenzado aún el conflicto. También irónicamente, en aquella época de relativa calma los árabes de Palestina no se consideraban a sí mismos palestinos, sino árabes; el término "palestinos" era usado para designar a los judíos. Y es que la identidad de los árabes de Palestina como palestinos surgió como resultado de la oposición al sionismo, y no por el vínculo histórico al territorio. Martin Sieff, de United Press International, lo explica en su libro Guía Políticamente Incorrecta de Israel y Oriente Medio (The Politically Incorrect Guide to the Middle East o La Guía Políticamente Incorrecta de Oriente Medio, escrito en 2008), páginas 120 a 122:

"Si en Palestina, entre los años 1920 y 1947, se hubiera preguntado a cualquier persona (ya fuera árabe o judía) '¿quiénes son los palestinos?', la respuesta habría sido unívoca: los palestinos eran los judíos, y no los árabes. En esa época, la comunidad judía de Palestina, que crecía rápidamente, siempre se describía a sí misma como palestina. Esta costumbre era reconocida incluso en 1960, cuando se hizo la exitosa película Éxodo. Los palestinos árabes siempre se refirieron a sí mismos como árabes.

La guerra desencadenada en 1947 y 1948 para eliminar al naciente Estado judío fue llevada a cabo por los miembros de la comunidad árabe-palestina, no como palestinos, sino como árabes. Queda claro que, como resultado de la masiva inmigración judía en Palestina, había emergido por reacción una identidad árabe-palestina diferenciada, pero no se trataba de un vínculo milenario con el nombre o con el país."

Otra prueba de que la identidad de los árabes de Palestina como palestinos surge como contraposición al sionismo en beneficio del dominio musulmán sobre Tierra Santa se señala en la página 125 del libro de Sieff:

"Durante los largos siglos del Imperio otomano no hubo nacionalismo árabe-palestino."

lunes, 30 de noviembre de 2009

Oportunidades perdidas (I).

El domingo 29 de noviembre de 2009, se cumplieron 62 años de la aprobación del Plan de Partición de Palestina, a través de la Resolución 181 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. El Plan preveía, una vez disuelto el Mandato Británico de Palestina, la creación de dos Estados, uno árabe y otro judío, así como la internacionalización de las ciudades de Jerusalén y Belén.

La Resolución 181 fue votada:

1.- A favor, por 33 miembros de la O.N.U. (un 59% de los votos): Australia, Bélgica, Bielorrusia (por aquel entonces parte de la Unión Soviética), Bolivia, Brasil, Canadá, Checoslovaquia, Costa Rica, Dinamarca, la República Dominicana, Ecuador, Francia, Guatemala, Islandia, Luxemburgo, los Países Bajos, Nueva Zelanda, Nicaragua, Noruega, Panamá, Paraguay, Perú, Polonia, Suecia, Sudáfrica, Ucrania (por aquel entonces parte de la Unión Soviética), los Estados Unidos, la Unión Soviética, Uruguay, Venezuela, Haití, Liberia y Filipinas. Estos 3 últimos miembros no planeaban votar a favor de la Resolución, pero cambiaron sus posturas.

2.- En contra, por 13 miembros de la O.N.U. (un 23% de los votos): Afganistán, Cuba, Egipto, Grecia, India, Irán, Irak, Líbano, Pakistán, Arabia Saudí, Turquía y Yemen.

3.- 10 miembros de la O.N.U. (un 18% de los votos) se abstuvieron: Argentina, Chile, la República de China (lo que hoy sería Taiwán), Colombia, El Salvador, Etiopía, Honduras, México, el Reino Unido y Yugoslavia.

4.- 1 miembro de la O.N.U. (un o% de los votos) se absentó: Tailandia.

En lo que respecta a árabes y judíos de Palestina, éstos, a diferencia de aquéllos, aceptaron. La Agencia Judía, órgano gubernamental de facto de la Yishuv, no estaba del todo contenta con el Plan de Partición, pero tratándose de una buena oportunidad para poder construir un Estado judío y conseguir la paz con los árabes palestinos, terminaron por aceptarlo. Pero esa no fue la reacción de los árabes palestinos, quienes, movidos por el afán ideológico según el cual sólo el Islam puede ostentar la soberanía sobre Tierra Santa, rechazaron el Plan de Partición en tanto que preveía la construcción allí de un Estado judío.

Para los árabes de Palestina parecía no importar el hecho de que los judíos habían construido la sociedad más avanzada de Oriente Próximo. Una sociedad que hallaba su génesis en las primeras migraciones sionistas o aliyot de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, motivadas por el antisemitismo de los lugares de origen de los emigrantes, los cuales habían dado lugar a una descendencia en Palestina. Paradójicamente, los árabes pusieron mucho de su parte en lo que se refiere a la construcción de la Yishuv, al venderles tierras a los judíos.

Michael B. Oren, historiador israelí nacido en los Estados Unidos, describió a la Yishuv de la siguiente forma, en su magistral libro La Guerra de los Seis Días (Six Days of War: June 1967 and the Making of the Modern Middle East o Seis Días de Guerra: Junio de 1967 y la Creación del Moderno Oriente Medio, escrito en 2002), página 28:

"Bajo el mandato británico, la Yishuv creció con refugiados de la Europa antisemita (primero de Polonia y después de Alemania), creándose instituciones sociales, económicas y educativas que en poco tiempo sobrepasaron las facilitadas por Gran Bretaña. En torno a la década de 1940, la Yishuv era ya poderosísima: dinámica, creativa, ideológica y políticamente plural. Acudiendo a modelos tanto de Europa del Este como del Oeste, los judíos de Palestina crearon nuevos sistemas de explotación agraria (el kibbutz, comunal, y el moshav, cooperativista), una economía socialista viable con sistemas de sanidad nacional, reforestación, desarrollo de infraestructuras diversas, una universidad respetable y una orquesta sinfónica, y para defender todo ello, un ejército secreto de civiles, la Haganah. A pesar de que por prudencia los británicos habían retirado su apoyo a la creación de la nación judía, esta nación era ya un hecho: un estado incipiente y en desarrollo."

A continuación, Oren explica cómo empezó la violencia árabe contra los judíos de la Yishuv, dando así lugar al conflicto que todavía hoy está sin resolver:

"Esto fue precisamente lo que molestó a los palestinos. Establecidos allí hacía siglos, los palestinos, que representaban la mayoría de la población total del país, consideraban la Yishuv como un instrumento del imperialismo occidental, una cultura extranjera contraria a su tradicional modo de vida. A pesar de que los judíos habían sido tolerados por el islam durante mucho tiempo, si bien considerándolos en un estatus inferior, esta protección de ningún modo les daba derecho a la soberanía sobre parte del corazón del islam ni autoridad alguna sobre los musulmanes. (...). Sin embargo, la independencia bajo el dominio judío jamás podría ser una opción posible para los palestinos, sino tan sólo otra odiosa forma de colonialismo.
Así, cada oleada de emigración judía a Palestina (en 1920, 1921 y 1929) provocaba reacciones árabes cada vez más violentas que culminaron con la revuelta árabe de 1936 contra judíos y británicos."

Así fue como empezó el enfrentamiento armado hoy conocido como el conflicto israelo-palestino, con el terrorismo de los árabes palestinos (a pesar de que el moderno Estado de Israel no existía aún, no habiendo procedido éste por tanto a la ocupación de Cisjordania y la Franja de Gaza). La Resolución 181 de la Asamblea General de las Naciones Unidas era una vía para poner fin a ese conflicto y otorgarles la estatalidad tanto a los árabes como a los judíos. Éstos lo vieron y lo aceptaron, pero no así los árabes, quienes ya al día siguiente respondieron iniciando la Guerra Civil palestina de 1947 a 1948 contra los judíos. El viernes 14 de mayo de este último año, los judíos proclamaron el Estado de Israel a través de la Declaración de Independencia correspondiente, mientras los árabes de Palestina se negaban a aceptar el Plan de Partición, que les hubiera dado su Estado y la paz.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Sobre la analogía entre Israel y el apartheid sudafricano (II).

En respuesta a este artículo de opinión de José Antonio Pérez Tapias, diputado socialista por Granada, continúo con las leyes del apartheid sudafricano (aquí se citan en inglés) a efectos de desmitificar la analogía entre este sistema e Israel:

6.- Acta de Trabajadores de la Construcción Bantúes, Acta N.º 27 de 1951: permitía que personas de raza negra fueran entrenadas como artesanas en el ámbito de la construcción (algo anteriormente reservado para los blancos), bajo la condición de que desempeñaran su trabajo en áreas reservadas para personas de raza negra. Esta Acta también criminalizaba a aquellas personas de raza negra que realizaran cualquier trabajo cualificado en áreas urbanas no asignadas a la gente negra para residir en ellas.
En Israel, cualquier ciudadano puede desempeñar cualquier trabajo o entrenarse para realizarlo, indepedientemente de cuestiones de índole étnica, racial, religiosa o similar. Tampoco se somete a nadie a restricciones territoriales injustificadas en lo concerniente al lugar de desempeño de la actividad laboral por la concurrencia de cualquiera de esas circunstancias.
7.- Acta de Representación Separada de Votantes, Acta N.º 46 de 1951: enmendada en 1956, relevó a las personas de color de su rol común de votantes.
En Israel, todo el mundo tiene derecho a voto en tanto que haya cumplido 18 años de edad o más, independientemente de su raza, religión o etnia.
8.- Acta de Trabajo de los Nativos, 1953: prohibió que personas de raza negra efectuaran acciones de huelga.
En Israel, todo trabajador tiene derecho a huelga, independientemente de su raza, etnia, religión o circunstancia análoga.
9.- Acta de Educación Bantú, Acta N.º 47 de 1953: estableció un Departamento de Educación Negra en el seno del Departamento de Asuntos Nativos, que compilaría un currículum relativo a "la naturaleza y los requerimientos de las personas negras". Según Hendrik Frensch Verwoerd, por aquel entonces Ministro de Asuntos Nativos y más tarde Primer Ministro, el Acta fue diseñada y aprobada en orden de evitar que gente de raza negra recibiera una educación que posteriormente le sirviera para aspirar a posiciones sociales que bajo el sistema del Apartheid tuviera vedadas.
En Israel, el sistema educativo es igual para toda la población, independientemente de cuestiones raciales, étnicas, religiosas o similares. Nadie se ve asimismo privado de la posibilidad de aspirar a una determinada posición social por esas razones.
10.- Acta de Reserva de Servicios Separados, Acta N.º 49 de 1953: forzó la segregación racial en las instalaciones correspondientes a los servicios públicos y en el transporte, en orden de evitar contacto interracial. Ello conllevaría la colocación de letreros en los que se señalizaba qué razas eran permitidas en una determinada instalación, edificio o medio de transporte de carácter público. El Acta especificaba que las instalaciones destinadas a distintas razas no necesitaban ser iguales en calidad.
En Israel no existe esa forma de segregación. Árabes, judíos ashkenazim (blancos), judíos etíopes (negros) y otros pueden utilizar las mismas instalaciones y servicios, así como los mismos medios de transporte público.

Seguirán más.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Sobre la analogía entre Israel y el apartheid sudafricano (I).

Ya hablé en su día de la analogía entre Israel y el Tercer Reich. Precisamente al tratar el tema mencioné brevemente esa otra analogía preferida por los anti-israelíes: la del apartheid sudafricano. Se trata de la analogía que a continuación procederé a desmitificar.
Con fecha martes 10 de noviembre de 2009, se publicaba este artículo a cargo del diputado socialista por Granada, José Antonio Pérez Tapias, en la página web oficial del Partido Socialista Obrero Español. El artículo también apareció en el blog del diputado en la misma fecha. En el artículo de marras se acusa a Israel de proceder como en su día lo hiciera la República Sudafricana en tiempos del régimen de opresión racial de blancos sobre negros; para ello, hace referencia al "muro" que, según el diputado socialista por Granada, usa Israel con fines de segregación.
Aquí encontraréis una lista de leyes aprobadas en Sudáfrica en tiempos del apartheid, algunas de las cuales cito a continuación, traducidas:

1.- Acta de Prohibición de Matrimonios Mixtos, Acta N.º 55 de 1949: prohibía los matrimonios entre cualquier persona de raza blanca y una persona de otra raza.
Ya lo sé: Israel no es precisamente un país avanzado en materia de matrimonio. Cualquier matrimonio contraído en Israel se debe efectuar mediante el rito religioso corrrespondiente a los contrayentes. Ello implica que si los contrayentes están adscritos a confesiones distintas o a ninguna, no pueden casarse.
Es algo que yo critico. Pero aún así el sistema israelí no tiene absolutamente nada que ver con el de la Sudáfrica del Apartheid, y no sólo porque en el Estado judío existe la posibilidad de la conversión, sino porque una sentencia del Tribunal Supremo de este país emitida en 2006, permite desde entonces que cualquier matrimonio contraído en el extranjero, incluyendo matrimonios mixtos así como homosexuales, por el rito religioso o no, sea considerado legalmente válido en Israel.
Además, un judío ashkenazi (y consecuentemente, blanco) puede casarse con una judía etíope (y consecuentemente, negra).
2.- Acta de Enmienda de la Inmoralidad, Acta N.º 21 de 1950 (enmendada a través del Acta N.º 23 de 1957): prohibía el sexo y otras prácticas similares, de carácter extra-marital, tanto en grado de tentativa como de consumación, entre blancos y negros.
En Israel, el adulterio no es ilegal, ni consumado ni intentado, independientemente de cualquier cuestión de índole étnica, racial o similar.
3.- Acta de Registro de la Población, Acta N.º 30 de 1950: clasificaba a la población según su raza, y establecía una Junta de Clasificación Racial que actuaba en casos disputados.
Dependiendo de la clasificación racial de cada persona, ésta disfrutaba de derechos o carecía de ellos. Algo así sería ilegal en Israel.
4.- Acta de Áreas de Grupo, Acta N.º 41 de 1950: forzó la separación racial mediante la fijación de áreas residenciales dentro de las cuales sólo podían vivir personas adscritas a una determinada raza.
Ello provocó desplazamientos masivos de población (menos de población blanca, claro está) en orden de evitar la presencia de miembros de una raza en el área residencial de otra raza. Ninguna ley israelí le prohíbe a un árabe vivir en un área residencial en la que habiten judíos, ni viceversa. Tampoco se hace nada parecido con judíos de distintos subgrupos, como ashkenazim (blancos) y etíopes (negros).
5.- Acta de Supresión del Comunismo, Acta N.º 44 de 1950: ilegalizó el comunismo en Sudáfrica. La definición de comunismo fue ampliada a cualquier movimiento anti-apartheid. A cualquier activista que entrara en la definición de comunista se le podía prohibir la participación en una organización política y se le podía restringir a una determinada área.
Eso es algo impensable en el Estado hebreo. Allí existe un partido llamado Maki, de ideología comunista e integrado en el Hadash, una alianza de socialistas y comunistas. El Hadash obtuvo, en las elecciones a la Knesset de 2009, 112.130 votos, es decir, un 3,32% del total, lo cual se tradujo en la presencia en la Knesset de 4 de sus miembros (1 más que tras las elecciones anteriores). Éstos son Mohammed Barakeh, Hana Sweid, Dov Khenin y Afu Agbaria. Huelga decir que todos ellos son árabes, excepto Khenin, quien es judío.

Próximamente elaboraré entradas con otras leyes del apartheid sudafricano que son impensables (e ilegales) en Israel.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Lo que no se dice de Israel: los avances científicos.

Científicos israelíes han descubierto que una sustancia ataca células cancerosas sin matar células sanas. Se trata de uno de los componentes de un medicamento empleado para mantener las células nerviosas y evitar que mueran después de un accidente cerebro-vascular. La noticia ha hallado repercusión mediática en Israel, Uruguay, Francia, Italia e incluso España.
Y cuando digo "e incluso España" quiero decir que se ha publicado en un artículo dejado de la mano de Dios en algún lugar del quinto coño de la página web de Europa Press. Porque ningún periódico de los tres cuyas ediciones virtuales he consultado ha publicado la noticia. Éstos son La Voz de Galicia, El Mundo y El País. Huelga decir que los dos últimos son los dos periódicos más importantes de España, y que el primero es el principal diario gallego. Y que diarios de este nivel dejen pasar una muy buena noticia en la lucha contra el cáncer tiene delito. Ni qué decir tiene que lo mismo vale para los telediarios.
Y es que Israel sólo importa cuando se trata de hablar de violencia, especialmente cuando se responsabiliza al Estado judío por ella.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Otra prueba de que Israel sí es una democracia (I).

El Estado de Israel es el hogar nacional del pueblo judío, sobre el que pesan acusaciones de segregación al estilo del Apartheid sudafricano o del nacionalsocialismo del Tercer Reich. Se reivindica que se perpetra una discriminación contra los árabes de Israel y de los territorios ocupados, y que los judíos que participan de esa discriminación no son objeto de la debida respuesta de las autoridades de un Estado al que se supone democrático. Consecuentemente, y según aquellos que manejan estas ideas, Israel no es una democracia.
Pues bien, aquí nos encontramos con otra prueba de que no es así: Yaakov Teitel, judío nacido en los EE.UU. y emigrado a un asentamiento israelí del norte de Cisjordania, ha sido detenido por las fuerzas de seguridad hebreas por su presunta participación en crímenes por odio. Más específicamente, se le acusa de: haber enviado un paquete bomba a un hogar de judíos mesiánicos que dejó herido de gravedad a un menor; haber agredido a agentes de policía que formaban parte de un dispositivo de seguridad con motivo de la marcha del orgullo gay en Jerusalén; haber atacado la sede de la Asociación de Homosexuales y Lesbianas de Tel Aviv, provocando dos víctimas mortales; haber atacado a ciudadanos palestinos en respuesta a atentados terroristas; y tenencia de armas y explosivos.
Como se puede ver, para las autoridades del moderno Estado de Israel, ser judío no es excusa para cometer crímenes por odio contra ciudadanos palestinos, judíos mesiánicos y homosexuales. Aquí (punto 5) ya enlacé noticias relativas a ocho casos de condenas a soldados israelíes por violaciones de los derechos humanos. Queda claro, pues, que Israel poco o nada tiene que ver con la Sudáfrica del Apartheid o con el nazismo.

martes, 27 de octubre de 2009

Continúan los ataques de O.N.G.'s contra Israel.

Reporteros Sin Fronteras ha emitido el Índice de Libertad de Prensa por países del año 2009. Israel es uno de los países que más ha descendido en la lista, pues en lo que respecta a la libertad de prensa en su territorio nacional ha pasado del puesto número 46, con 8,83 puntos, al puesto número 93, con 23,75 puntos. En lo referente a la libertad de prensa en los territorios ocupados por Israel, se ha pasado del puesto número 149, con 51,50 puntos, al puesto número 150, con 55,50 puntos. Huelga decir que a mayor puntuación, más se retrocede en la lista.
Vayamos ahora a las razones esgrimidas por esta O.N.G. con sede en París para meterle semejante patada en los huevos a Israel:
1.- Las restricciones sobre la prensa con motivo de la Operación Plomo Fundido, la cual se saldó además con 20 reporteros heridos a manos del Tzahal y otros tres periodistas muertos durante la cobertura del conflicto.
2.- La supuesta aplicación, por parte de las autoridades del Estado judío, de métodos de censura de información en el territorio nacional israelí similares a los empleados en los territorios ocupados.

La crítica señalada en el punto 1 no deja de ser del todo cierta, si bien justo es reconocer que no se da un análisis pormenorizado de las circunstancias bajo las cuales murieron o resultaron heridos esos periodistas. Pero el caso es que la censura israelí en casos de escalamiento del conflicto ha resultado ser perjudicial no sólo para la opinión pública y los medios, sino incluso para el propio Israel. Con motivo de la Batalla de Jenin del año 2002, por ejemplo, se aplicó la censura militar en la zona de combate. Pronto se extendió el rumor de que allí se estaba cometiendo una masacre. Al no permitir los israelíes el acceso de periodistas, los corresponsales no pudieron verificar la autenticidad o la falsedad de esa información, de modo que la mayoría de ellos tuvieron la fantástica idea de denunciar la pretendida masacre.
Pero hubo un periodista que logró colarse en la zona y demostrar que la tan cacareada "masacre" de Jenin no ocurrió. Se trata de Lorenzo Cremonesi, del periódico italiano Il Corriere della Sera. Se desplazó al hospital más cercano a la zona de combate y, en lugar de encontrase con el baño de sangre del que muchos medios internacionales hablaban, se topó con un hospital casi desierto, médicos jugando a las cartas en la sala de urgencias, dos mujeres de parto y un anciano aquejado de una apendicectomía. Se encontró asimismo con 25 heridos leves.
Cremonesi recabó entre ellos testimonios estremecedores de crímenes de guerra cometidos por soldados del Tzahal contra civiles inocentes. Pero al preguntar el reportero italiano por los nombres de los muertos y los lugares en los que se hallaban sus cuerpos, sólo obtuvo respuestas evasivas y confusas.
Finalmente, Cremonesi contó 50 muertos, la mayoría de ellos combatientes. Incluso la O.N.U. estimaría tan sólo 53 palestinos muertos. Se trata en suma de unas cifras que para nada concuerdan con la teoría de la masacre.
Pero, y tal y como señaló Cremonesi en un artículo que escribió para el diario israelí Haaretz, los israelíes cometieron el error de impedir que la prensa entrara en la zona de combate, de forma que se dejaron llevar por el rumor de la masacre. Y un alto oficial israelí, Dan Harel, hizo críticas similares.
Queda claro pues que la censura militar israelí en los territorios ocupados está revestida de un carácter ilícito, y la alta puntuación respectiva que se señala en el informe de Reporteros Sin Fronteras está más que justificada (recuérdese que a mayor puntuación, menos libertad de prensa).
Pero lo que realmente me llama la atención es lo que se recoge sobre la nueva posición de Israel en la lista en lo que respecta a su territorio nacional. Dice el informe que los métodos de censura de la información allí empiezan a parecerse a los que se aplican en los territorios ocupados. Para ello se basan en las detenciones de cinco periodistas y el encarcelamiento de otros tres. Tan sólo se dice que algunos de los cinco casos de detenciones (no se especifica cuántos) se dieron fuera de cualquier marco legal.
Suponiendo que sea cierto, se trata de algo que desde luego está mal, pero de ahí a decir que sólo por esa razón el Estado judío baja del puesto número 46 al número 93 en lo que respecta a la libertad de prensa en su territorio nacional es ridículo, pues se trataría en todo caso de limitaciones ilícitas puntuales al derecho a la información, y no de una política generalizada, como en los casos de Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos. Y no pongo estos dos ejemplos por casualidad. Ambas naciones del Golfo Pérsico adelantan a Israel en la lista debido sobre todo al retroceso del Estado judío, ocupando, respectivamente, los puestos número 60 y número 86, con 15,25 y 21,50 puntos.
Está claro que la idea es en sí ridícula. Mientras que las actividades de la prensa israelí y de los corresponsales extranjeros dentro del Estado hebreo se ven protegidas por las leyes de éste, la situación que se da en Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos es totalmente contraria.
En estos últimos, por ejemplo, es necesario que el Ministerio de Información y Cultura otorgue una licencia a una publicación para que ésta pueda operar, y aprueba a su antojo el nombramiento de cada editor. El contenido de la prensa está limitado por las leyes del país, en tanto que comentarios negativos sobre el Islam, el Gobierno, las familias que ostentan el poder en el país o sus ciudadanos (en este último caso, cuando esos comentarios provienen de gente expatriada) se castigan con cárcel. Y si esta regulación con sus correspondientes sanciones casi nunca se aplica, es porque los medios practican la auto-censura. El citado Ministerio revisa información impresa proveniente del extranjero e impone limitaciones en lo que respecta al material considerado pornográfico, excesivamente violento, derogatorio del Islam o contrario a la política exterior del Gobierno.
La auto-censura periodística y los temas tabú que no se tratan son asimismo un problema en Kuwait.
Pero esto no pasa en suelo israelí. Los medios nacionales y extranjeros generalmente pueden tratar allí temas escabrosos para las autoridades sin consecuencias de ningún tipo (los casos señalados por R.S.F. serían en todo caso la excepción y no la regla), y baste como ejemplos no sólo el artículo de Cremonesi arriba enlazado (publicado en un medio israelí y que versa precisamente sobre la censura militar israelí en los territorios ocupados), sino también la cobertura de los problemas legales de altos mandatarios del país como el ex-Primer Ministro Ehud Olmert, el ex-Presidente Moshe Katsav o el ex-Ministro de Justicia Haim Ramon. La prensa también ha tratado libremente temas sensibles para la comunidad judía ultraortodoxa, como los problemas originados por el matrimonio religioso tradicional, la aprobación legal en 2006 de los matrimonios homosexuales contraídos en el extranjero o el derecho de adopción por parte de parejas homosexuales. ¿Sería posible cubrir casos similares en Kuwait o en los Emiratos Árabes Unidos sin consecuencias para la prensa? Evidentemente, no.
Según Freedom House, el único país del sector Oriente Medio-Norte de África considerado libre en lo que respecta a la libertad de prensa fue Israel, en el año 2007.

jueves, 22 de octubre de 2009

Human Rights Watch, objeto de críticas por parte de uno de sus ex-responsables.

Se trata de Robert L. Bernstein. Tal y como se puede leer aquí, y en palabras de Bernstein, H.R.W. critica con más frecuencia a Israel por violaciones de los derechos humanos que a cualquier otro país de la región. Dijo asimismo que Israel sirve de sede a por lo menos 80 organizaciones defensoras de los derechos humanos, prensa libre, un Tribunal Supremo que no tiene reparos a la hora de sentenciar contra un Gobierno democráticamente elegido, múltiples partidos políticos, etcétera. Algo de lo que carecen los países de su entorno (exceptuando quizás a Turquía), sometidos a regímenes brutales y opresores.
Bernstein destaca la pérdida de perspectiva crítica por parte de H.R.W. en lo que respecta al conflicto israelo-palestino y a organizaciones terroristas como Hamas y Hezbollah, detrás de las cuales está Irán, que ha llamado al genocidio; todo ello en clara contravención de las leyes internacionales.
"Los líderes de Human Rights Watch saben que Hamas y Hezbollah escogieron hacer la guerra desde áreas densamente pobladas, transformando deliberadamente barrios en campos de batalla. Saben que más y mejores armas está fluyendo tanto a Gaza como al Líbano y están listas para atacar otra vez. Y saben que esta militancia continúa privando a los palestinos de cualquier oportunidad de una vida pacífica y productiva que merecen. Todavía Israel, la repetida víctima de la agresión, encara la mayor parte de las críticas de Human Rights Watch."
Según Bernstein, la toma de decisiones sobre un terreno confuso como la Franja de Gaza constituye una dificultad añadida a la hora de juzgar si se han cometido o no crímenes de guerra, especialmente cuando la información recogida sobre la sucesión de hechos con motivo de una investigación posterior está basada muchas veces en testimonios políticamente motivados o sujetos al terrorismo de Hamas. Añade el ex-responsable de H.R.W. que un error cometido con motivo de una acción enfocada a la autodefensa no puede ser confundido con un mal cometido intencionalmente.
"Sólo retornando a su misión fundadora y al espíritu de humildad que la animó puede Human Rights Watch resucitarse a sí misma como una fuerza moral en Oriente Medio y por todo el mundo. Si falla al respecto, su credibilidad será seriamente dañada y su importante papel en el mundo disminuirá significativamente."

domingo, 18 de octubre de 2009

Lo que no se dice de Israel: ayuda humanitaria y al desarrollo (I).

La Mashav (Agencia para la Cooperación Internacional en el Desarrollo) es un organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores del Estado de Israel. Su función es colaborar con las autoridades de otros países con la intención de proveerlos de infraestructuras esenciales, así como enviar ayuda humanitaria a zonas asoladas por desastres naturales, hambrunas y otras catástrofes humanitarias.
Es un organismo gubernamental israelí del que apenas se habla, porque a los medios de comunicación españoles sólo les interesa Israel cuando éste es acusado de crímenes contra la Humanidad. Es como si se olvidara que Israel es algo más que un país en guerra.
Esta es una lista de actividades humanitarias llevadas a cabo por la Mashav en los últimos años:
1.- Tiendas de campaña, mantas, medicamentos y alimentos para bebés enviados a Burkina-Fasso con motivo de las inundaciones que actualmente sufre el país africano.
2.- Equipamiento médico (antibióticos, vendas, guantes de látex, etc.) enviado a Tbilisi, la capital de la república caucásica ex-soviética de Georgia, con motivo del terremoto padecido por la ciudad en 2002.
3.- Bombas eléctricas (de bombeo de agua), comida para bebés, mantas, sacos de arena y materiales de sellado enviados a Praga, la capital checa, con motivo de las inundaciones padecidas por esta bella ciudad centro-europea.
4.- Equipamiento médico (incluyendo más de 54.130 kits de primeros auxilios) enviado a Dodoma, Tanzania, con motivo del accidente de tren que costó allí más de 200 vidas y un cuantioso número de heridos.
5.- Equipamiento médico enviado a hospitales de Kinshasa, la capital de la República Democrática del Congo, así como dos médicos y dos toneladas y media de medicinas a Goma, en la región de Kivu, con motivo de la erupción del volcán Nyiragongo en enero de 2002.

jueves, 15 de octubre de 2009

¿Cuál sería el resultado de boicotear los productos israelíes?

Jean-Claude Fernand Willem, siendo alcalde del municipio francés de Seclin, llamó al boicot de los productos israelíes en su municipio. La comunidad judía del lugar interpuso una demanda que sirvió para que la fiscalía lo acusara de provocar a la discriminación fundada en razones de nacionalidad, raza o religión. Inicialmente fue absuelto, pero un recurso se saldó con una sentencia en su contra consistente en el pago de una multa de 1.000 €. El político recurrió infructuosamente, y el asunto llegó al Tribunal Europeo de Derechos Humanos del Consejo de Europa, con sede en Estrasburgo, urbe ubicada en el histórico territorio de Alsacia-Lorena (hoy en Francia).
Willem siempre dijo que se vulneró su derecho a expresarse libremente. Pero, tal y como había establecido la justicia gala, y de acuerdo esta vez con el Tribunal Europeo de Derechos Humanos del Consejo de Europa por 6 votos contra 1, Willem cometió en efecto un acto punible. La libertad de expresión es un derecho que, como cualquier otro, presenta algunas limitaciones. Willem no fue condenado ni mucho menos por sus ideas políticas, sino por intentar ejercer un claro acto de discriminación basado en el origen nacional de la parte ofendida. El Tribunal del areópago transnacional europeo estableció además que el decreto de un embargo de este calibre correspondería en todo caso a las autoridades gubernamentales francesas, siendo él un simple alcalde que poco o nada tiene que decir al respecto, y que la sentencia aplicada contra él (1.000 € de multa) se había quedado corta.
Huelga decir que la incitación a la discriminación por razones de nacionalidad constituye un delito también en España, de acuerdo con el Código Penal, Libro II, Título XXI, Capítulo IV, Sección Primera, artículo 510, apartado 1.
Pero vayamos más allá de la afortunada y, dicho sea de paso, desapercibida (al menos aquí en España) sentencia del Tribunal arriba referida y enlazada. Imaginemos por un momento qué conseguiríamos en el caso de haber aplicado en la práctica un boicot total a nivel internacional contra los productos israelíes desde que la nación judía se erigió en un Estado pretendidamente usurpador.
Esta es una lista de productos o partes de productos creados, inventados o fabricados en Israel o por ciudadanos israelíes, o derivados de ideas provenientes de este país, materializadas en el Estado judío y exportadas a o copiadas en terceros países, o ideas e invenciones de ciudadanos israelíes o financiadas por ciudadanos israelíes en cualquier parte del mundo, de los que hubiésemos carecido y hoy careceríamos en España y otros lugares del Globo en caso de sacar o haber sacado adelante el tan cacareado boicot, y que son indispensables en la vida cotidiana en diversos campos:
1.- Microprocesadores y microchips de la marca Intel.
2.- Sistemas operativos Windows NT, Windows XP y Windows Vista.
3.- La última versión de Microsoft Office.
4.- Sistemas de protección antivirus de equipos informáticos.
5.- Teléfonos móviles y chips para cámaras de teléfonos móviles.
6.- Voicemail, ICQ y otros sistemas de mensajería instantánea.
7.- Los modernos sistemas de irrigación por goteo.
8.- Coches híbridos o que funcionan con energía eléctrica, y paneles solares.
9.- Sistemas de descontaminación de piscifactorías.
10.- Sistemas de alerta en caso de tsunami.
11.- Gran variedad de modelos de armas, sistemas de armas y demás tipos de equipamiento militar.
12.- Sistema informático de prescripción correcta, eficaz y segura de medicamentos.
13.- Cápsula endoscópica PillCam y similares, para la exploración del tracto digestivo.
14.- Sistema Babysense II, que detecta precozmente casos potenciales de muerte súbita infantil.
15.- El Copaxone, medicamento para el tratamiento de las recaídas en pacientes de esclerosis múltiple.
16.- Rasagiline, para el tratamiento del Parkinson.
17.- Venlafaxine, ansiolítico y antidepresivo.
18.- Salbutamol, para el tratamiento del asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
19.- T-Scan 2000ED, aparato de detección precoz del cáncer de mama, no invasivo y libre de la emisión de radiación.
20.- Ayuda humanitaria israelí en escenarios como Kosovo, Etiopía, Nueva Orleans y otros muchos, que han padecido guerras, desastres naturales y hambrunas.
21.- Cualquier diamante sometido al proceso Kimberley, el cual garantiza que el diamante en cuestión no procede de países en conflicto, y que fue ratificado por Israel.
22.- Etc.

Resumiendo: sistemas informáticos y de comunicación, tecnología preventiva de desastres naturales, ayuda humanitaria, medicamentos, sistemas de irrigación, aparatos de detección de cáncer de mama, aparatos de prevención de muerte súbita infantil,... El boicot antiisraelí global nos haría prescindir de todo eso y más. No en vano, Israel es uno de los países que más invierte en investigación, desarrollo e innovación, uno de los que cuenta con una mayor proporción de titulados universitarios per capita en el campo de las ciencias y las tecnologías, así como uno de los que cada año presenta al mercado un mayor número de patentes. Muchos de los productos e inventos israelíes o diseñados por israelíes han salvado, salvan y salvarán ingentes cantidades de vidas humanas. Y hay gente que quiere boicotear a este país, que quiere cargarse todo eso. Y entretanto, toda esa gente se olvida de conflictos mucho más importantes que el israelo-palestino en tanto que generan muchas más pérdidas humanas, y sin embargo, esa masa vociferante no llama al boicot internacional de los productos provenientes de los países implicados en ellos.
Para citar al árabe Sari Nusseibeh, activista por la paz, profesor de filosofía y Presidente de la Universidad de al-Quds:
"Nuestra posición está basada en la creencia de que es a través de la cooperación basada en el respeto mutuo, más que a través de boicots y discriminación, que nuestras metas comunes pueden ser alcanzadas."

lunes, 5 de octubre de 2009

Gilad Shalit, el rehén de Hamas.

El domingo 25 de junio de 2006, por la mañana temprano, terroristas palestinos se infiltraron en Israel desde la Franja de Gaza a través de un túnel subterráneo. Se desplazaron entonces hasta un puesto militar cerca del kibbutz Kerem Shalom. Allí mataron a dos soldados israelíes y secuestraron a un tercero, llamado Gilad Shalit. El secuestro perdura desde entonces, habiéndose procedido a una serie de, hasta ahora, fallidas negociaciones con la intención de liberarlo o de obtener información sobre él.
Los defensores de la causa palestina afirman que la captura de Shalit es un acto legítimo, pues dicen que es una respuesta a la ocupación y a los no pocos presos palestinos en cárceles y centros de detención israelíes. Ello no obstante, las circunstancias del suceso nos dicen que su captura es ilegítima.
Hamas es un grupo terrorista, cuyas acciones son, pues, de naturaleza ilícita. Con secuestros como los de Gilad Shalit, Nachshon Mordechai Wachsman, Ehud Goldwasser y Eldad Regev, los grupos terroristas de la región, como Hamas y Hezbollah, pretenden precisamente eso, generar terror, sensación de inseguridad y de vulnerabilidad. Saben perfectamente que la sociedad israelí está muy unida al Tzahal, y que le afectará lo que le ocurra a sus soldados. Además, el secuestro de soldados no es algo que al israelí de a pie le resulte en absoluto ajeno. El servicio en el Tzahal (o en su defecto en la Magav) es obligatorio en Israel tanto para hombres como para mujeres (salvo excepciones), tras el cual pasan a la reserva, salvo que hagan carrera militar. Una vez al año, durante un mes, cada reservista es reactivado. Y en caso de escalamiento del conflicto, el Tzahal puede reactivar a los reservistas durante períodos de tiempo excepcionales.
Así pues, cuando un grupo terrorista como los arriba mencionados secuestra o mata a un soldado, el israelí de a pie sabe que él, o cualquier ser querido suyo, puede ser el siguiente, bien durante los 3 años del servicio militar obligatorio (2 años para las mujeres), bien durante la reactivación anual de un mes como reservista. Es francamente desmoralizador.
Pero peor es todavía lo que se hace después. Hamas y compañía, tras secuestrar a un soldado, y conscientes del dolor que se cierne sobre la sociedad israelí ante este tipo de eventos, comunican a las autoridades hebreas que liberarán al soldado, pero sólo a cambio de la liberación de prisioneros. Se trata efectivamente de un acto de chantaje, de extorsión. Y lo peor es que muchos de los presos reclamados por los grupos terroristas a cambio del soldado judío secuestrado se cuentan entre aquellos que tienen las manos manchadas de sangre. Quizás el mejor ejemplo sea el de Samir Quntar, un druso libanés que participó en una operación terrorista en el norte de Israel a cargo del Frente de Liberación de Palestina.
El 22 de abril de 1979, Quntar (de 16 años) y otros tres terroristas entraron en Israel por mar desde el Líbano, llegando a Nahariya. Asustaron a los moradores de una casa para que éstos llamaran a la policía y, tal y como se había planificado previamente, asesinaron a un agente. Éste era Eliyahu Shahar, de 24 años.
Después entraron en el número 61 de la calle Jabotinsky y retuvieron a Danny Haran, padre de familia, de 32 años, y a su hija Einat, de 4. Su mujer, Smadar, logró esconderse con su hija Yael, de 2 años, y con la esposa de Moshe Sasson, un vecino que había logrado escapar por los pelos con sus dos hijas. Tratando de evitar que emitiera sonido alguno que llamara la atención de los terroristas, Smadar asfixió accidentalmente a su hija Yael.
Entretanto, uno de los terroristas había sido tiroteado hasta la muerte por uno de los vecinos.
Después, Quntar y los suyos se llevaron a Danny Haran y a su hija Einat hasta la playa en la que habían dejado la embarcación en la que habían llegado. Allí se desencadenó un tiroteo entre los terroristas y las fuerzas de seguridad israelíes. Al no poder escapar, y de acuerdo con lo establecido por pruebas periciales y testigos presenciales, Quntar disparó en la espalda a Danny Haran y lo ahogó delante de su hija Einat, para luego asesinar a ésta aplastándole el cráneo contra las rocas de la playa utilizando su rifle.
A resultas del tiroteo, uno de los terroristas murió, siendo los dos miembros restantes del comando, entre ellos Quntar, capturados.
Quntar disfrutó de los derechos que se le niegan a Shalit, y que en su día se le negaron a Wachsman, Goldwasser y Regev. Mientras que estos tres últimos fueron asesinados y el primero sigue retenido como rehén, Quntar fue sometido a un juicio justo con todas las garantías judiciales propias de un Estado democrático y de derecho como es Israel. En 1980 fue declarado culpable y condenado a varias cadenas perpetuas. En la cárcel se le permitió casarse con una ciudadana árabe de Israel, una activista que aboga por los derechos de los presos por terrorismo. Además, se le permitió obtener un título en Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Abierta de Israel, un centro a distancia. Finalmente, fue liberado junto a otros terroristas (vivos algunos, muertos la mayoría), para poder recuperar los cuerpos sin vida de Goldwasser y Regev.
La sociedad israelí ve, pues, cómo hace falta liberar a terroristas con las manos manchadas de sangre, quienes muchas veces, como Quntar, juran que continuarán con sus actividades terroristas, no ya sólo para liberar a sus soldados, sino para obtener información sobre su situación. Y eso convierte a soldados como Gilad Shalit en rehenes, no en prisioneros de guerra. Y tomar rehenes no es ya sólo terrorismo, sino un crimen de guerra, de acuerdo con el Estatuto de Roma.

sábado, 3 de octubre de 2009

El terrorismo palestino y los niños de Hamas (I).

Continuamente se dice y se escribe a diestro y siniestro que la ocupación y las operaciones militares israelíes son los principales provocadores del terrorismo palestino; un ejemplo ya lo di (y rebatí) aquí (punto 3). Se pone a los terroristas suicidas o a aquellos que se dedican sistemáticamente a lanzar cohetes y obuses de mortero como gente desesperada por los abusos que pretendidamente conllevan la ocupación y los bombardeos. Pero esa no es la realidad.
Para empezar, y tal y como dije en respuesta al artículo de Eduardo Galeano, así como aquí (pregunta 1), el terrorismo árabe palestino es histórica y cronológicamente anterior a la ocupación israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza. Ésta tuvo lugar con motivo de la Guerra de los Seis Días, librada entre el lunes 5 y el sábado 10 de junio de 1967. Pero ya antes había un terrorismo palestino. Así por ejemplo, el 1 de enero de 1952, siete terroristas armados entraron en una casa del barrio Beit Yisra'el, en Jerusalén, y asesinaron a una chica de 19 años, quien estaba sola y desarmada.
La facción al-Fatah, ahora considerada moderada, ejerció también el terrorismo. Su primera acción armada tuvo lugar la nochevieja de 1964 a 1965, esto es, dos años y medio antes de la ocupación; fracasaron (su intención era volar una estación de abastecimiento utilizada para transportar agua de Galilea al desierto del Negev).
Y lo que es más: el terrorismo palestino se remonta a la época anterior a la existencia misma del moderno Estado de Israel. No hizo falta que los judíos accedieran a la estatalidad en Eretz Yisra'el para padecer el terrorismo de los árabes palestinos. Una de las atrocidades más conocidas de las que tuvieron lugar durante el Mandato Británico de Palestina ocurrió del 23 al 24 de agosto de 1929, cuando un pogrom árabe se cobró 67 vidas judías en Hebrón.
Aquí y aquí hay más ejemplos de actos terroristas anteriores a la ocupación de Cisjordania y la Franja de Gaza.
¿Qué es lo que hace, pues, que un árabe (palestino o no) cometa un acto terrorista contra ciudadanos judíos y/o israelíes? Pues es muy sencillo: la educación. A los niños árabes se les enseña desde bien pequeños que deben odiar a Israel y a los judíos. Y se les enseña en casa. En palabras de la actriz siria Amal 'Arafa: "... lo hemos mamado con la leche de nuestras madres... y lo pasaremos hacia abajo por muchas generaciones."
Y lo que es más: el adoctrinamiento ideológico se da también en escuelas islámicas. En el caso de las escuelas administradas por Hamas en la Franja de Gaza, los niños reciben incluso un entrenamiento paramilitar.
Ni qué decir tiene que los medios de comunicación son muy utilizados en el mundo árabe para coartar las mentes de los niños. Un buen ejemplo es el de la cadena Al-Aqsa TV, administrada por Hamas en la Franja de Gaza. En uno de sus programas, un actor disfrazado de un personaje sospechosamente parecido a Mickey Mouse incita constantemente al odio antisemita y a la Yihad contra los judíos, Israel y Occidente, ensalzándose la figura del mártir. Es incluso frecuente, tal y como dijo Fathi Hamad, miembro del Consejo Legislativo Palestino de Hamas, usarlos como escudos humanos bajo el lema "Nosotros deseamos la Muerte, como vosotros deseáis la Vida."
Esto es lo que se les enseña a los niños palestinos, y por eso, y no por la ocupación y las operaciones militares israelíes, hay terrorismo palestino; aunque por fortuna aún quedan algunas mentes lúcidas, lo cual demuestra que el haber recibido esa educación no es excusa para proceder a esa actitud criminal basada en el islamismo más nauseabundo y radical.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Sobre la analogía entre el Tercer Reich y el Estado de Israel (I).

Volví a verlo. En realidad había ocurrido ya. Pero ahí estaba otra vez; aunque en esta ocasión, a diferencia de las anteriores, sólo en mi mente.

Yo suelo dejarme caer por Santiago de Compostela, por razones que ahora no vienen al caso. Para ir hasta allí tengo que ir en autobús y en tren. Por alguna razón que desconozco, suelo sentarme en el lado izquierdo del autobús, junto a la ventanilla. Normalmente, me entretengo durante el viaje escuchando música en mi MP3.

Acercándose el autobús a la estación, hay un lugar en el que algún "genio" ha tenido la fantástica idea de escribir en letras mayúsculas, grandes y rojas, algo así como "ISRAEL=NAZIS". Semejante barbaridad está escrita, supongo que con pintura en spray, en la fachada de un edificio; a no mucho más de metro y medio del suelo, claro.

La última vez que me desplacé a la ciudad del Lérez, el autobús tuvo que dar un rodeo debido a unas obras, y en vez de encontrarme con aquello de "ISRAEL=NAZIS", me encontré en la fachada de otro edificio con una expresión también muy desagradable y, al igual que la anterior, pintada con spray rojo y en letras grandes y mayúsculas: "JUDIOS ASESINOS". Quizás el malnacido que lo escribió, aparte de antisemita (por la judeofobia que del mensaje se desprende) e inculto (hubiese debido escribir "JUDÍOS" y no "JUDIOS"), hizo que acudiera a mi mente lo de "ISRAEL=NAZIS". Por eso al final del primer párrafo de esta entrada escribí lo de "..., sólo en mi mente."

En fin, parece ser que, para una gran parte del mundo, las políticas del Estado de Israel son equiparables a las del Tercer Reich. Ésta es, junto a la analogía con el apartheid sudafricano, la acusación de genocidio, la idea de que la Franja de Gaza es un campo de concentración y otras muchas, una de las críticas que todo progre europeo con kefiyah al cuello ha asimilado y no tardará en fomentar.

El caso es que la idea en sí es ridícula. Y como una de mis metas aquí es dejar bien claro lo que es verdad y lo que no lo es acerca del conflicto israelo-palestino, voy a dar ejemplos de la monstruosidad nacionalsocialista, usando como fuente el magnífico libro La Guerra: 1939-1945 (The War: A Concise History, 1939-1945), escrito en 1960 por el historiador Louis Leo Snyder. Quizás alguna que otra cifra esté desactualizada, pero allá va:


"La humanidad, abrumada, fue comprendiendo poco a poco que Hitler y los nazis habían iniciado con toda deliberación, para llevarlo a efecto sistemáticamente, un vasto programa de guerra biológica contra personas civiles y prisioneros de guerra, que se convirtió en la más espantosa matanza de la historia. Eran hechos increíbles pero irrefutables. Su finalidad consistía en debilitar a los pueblos de Europa que Hitler había catalogado como 'inferiores' y 'destructores de la cultura', o sea judíos, polacos, checos, franceses y rusos, para allanar el camino a la 'raza nórdica y aria, de pura sangre', que debía dominar el mundo.

Más de 10.000.000 de seres humanos fueron exterminados en los campos de concentración nazis para alcanzar este objetivo. De los 9.600.000 judíos que vivían en la Europa dominada por los nazis, desaparecieron como mínimo 5.700.000. La mayoría fueron muertos en las cámaras de gas. Existía una terrible variedad en los métodos de ejecución: la gasificación, el fusilamiento, la horca, el hambre, la marca con hierros al rojo vivo, el destripamiento, la inhumación en vida, las inyecciones de veneno, la cirugía 'experimental', la muerte por congelación.

La verdad se reveló cuando los ejércitos aliados, en su rápida penetración por el corazón de Alemania, liberaron un campo de concentración tras otro. Los curtidos veteranos, acostumbrados a la vista y el olor de la muerte, sentían náuseas ante lo que contemplaban sus ojos en aquellas 'gehennas'. Apenas podían dar crédito a lo que veían. Pero allí estaban las pruebas: hileras de hornos crematorios, cámaras de gas camufladas como salas de duchas, miles de cadáveres amontonados como troncos, otros arrojados en fosas comunes y zanjas. Y a su encuentro salían tambaleándose unos esqueletos ambulantes, unos seres humanos demacrados, famélicos, que les contemplaban con incredulidad, que emitían estertores y cuyas mentes estaban enturbiadas por el hambre, la enfermedad y los sufrimientos. Muchos soldados no podían contener el llanto en presencia de aquel ejército de míseros e infortunados.

...

La enormidad de estos crímenes se puso de manifiesto más tarde durante el juicio de Nuremberg, como se desprende de los siguientes cargos:


Otrosí: Se efectuaron ejecuciones en masa, con acompañamiento de música interpretada por los propios reclusos.


Otrosí: Los funcionarios y guardianes de los campos de concentración disecaban cráneos humanos para guardarlos como recuerdo y fabricaban pantallas para lámparas, bolsos de mano y guantes con la piel de los prisioneros.


Otrosí: En las carretas cargadas con los muertos destinados a los crematorios, se metía también a prisioneros aún vivos.


Otrosí: Los cadáveres eran enviados a los barberos, que les quitaban el pelo, y a los dentistas del campo, que les arrancaban los dientes de oro antes de la cremación.


Otrosí: Los prisioneros que se negaban a hablar eran metidos en celdas revestidas de asbesto, donde se les sometía a altísimas temperaturas, hasta cocerlos vivos en la práctica.

Ni siquiera los niños se libraban del infierno alemán. Lo que sigue está tomado del sumario del proceso de Nuremberg:

Juntamente con los adultos, los conspiradores nazis llegaron también a aniquilar despiadadamente a los niños. Les mataban con sus padres, por grupos y solos. Les mataban en las guarderías infantiles y en los hospitales, enterrándolos vivos, arrojándolos a las llamas, pinchándoles con bayonetas, envenenándoles, realizando experimentos con ellos, extrayéndoles la sangre para efectuar transfusiones a los heridos de guerra alemanes, encarcelándoles y metiéndoles en las cámaras de tortura de la Gestapo y campos de concentración, donde los niños morían a causa del hambre, las torturas y las enfermedades epidémicas.

El sadismo llegó al colmo de los experimentos médicos. Los prisioneros servían de conejillos de Indias y en ellos se practicaba la vivisección. Servían para probar nuevas toxinas y antitoxinas. Doscientos médicos alemanes participaron en experimentos médicos consistentes en amputar miembros para realizar pruebas de injerto; en inyectar gasolina para conseguir la eutanasia o muerte rápida; en sumergir durante largo rato a sus víctimas en agua helada para anotar sus reacciones; en colocar a seres humanos en cámaras de descompresión donde se reproducían las condiciones existentes a 20.000 metros de altitud; en introducir pedazos de vidrio, trapos sucios y tierra en las heridas para reproducir las condiciones aproximadas a las heridas en el campo de batalla. Los prisioneros que se ofrecían voluntarios para estos experimentos conseguían mejores alojamientos y más comida. Todo esto se hacía en nombre de la ciencia del Nuevo Orden."


Me gustaría que todos aquellos que defienden la analogía entre Israel y la Alemania nazi leyeran esto y que me dijeran si realmente creen que los israelíes les hacen a los palestinos lo mismo que los nazis hicieron no sólo con los judíos, sino con otros muchos pueblos de Europa.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Suma y sigue.

En los últimos meses se han venido publicando informes sobre supuestas violaciones de derechos humanos por parte de Israel durante la guerra que tuvo lugar en la Franja de Gaza entre finales de 2008 y principios de 2009.
El primero de ellos corrió a cargo de Amnistía Internacional, con fecha 2 de julio, que habla sobre todo de la naturaleza pretendidamente criminal de las tácticas israelíes en el transcurso de la Operación Plomo Fundido; el 15 de julio, llegó el informe de la O.N.G. israelí Rompiendo el Silencio, que recopila cerca de una treintena de testimonios de soldados israelíes que declararon anónimamente haber recibido órdenes de, entre otras cosas, disparar a civiles; más tarde, el 13 de agosto, un informe de Human Rights Watch denunció las muertes, a manos de tropas israelíes, de 11 civiles palestinos portadores de banderas blancas, en señal de rendición; y ahora, con fecha 15 de septiembre, la Organización de las Naciones Unidas ha publicado un informe propio sobre crímenes de guerra supuestamente perpetrados por Israel, tachado de contundente por el diario español El País, que ya en su día dejó bien claro su parecer y su neutralidad con este titular rebosante de imparcialidad.
Y ahí tenemos el abundante material del que se valen medios como El País para difundir un mensaje a la población en general: los israelíes son los malos. Y claro, así es Israel visto como la quinta peor amenaza para la paz (por detrás de Irak, Somalia, Sudán y Afganistán) de acuerdo con un informe de 2008 que mide el llamado Índice de Paz Global.
Nadie parece preguntarse quiénes se esconden detrás de estos informes, o cuál es el trasfondo político que muchas veces subyace bajo unas pretendidas neutralidad, objetividad e imparcialidad. Simplemente se tiende a creer que son organizaciones neutrales, cuando un análisis racional de su actitud nos dice que no es así, sean cuales sean las razones para ello.
Así que he buceado por Internet y he encontrado información, cuando menos, bastante sospechosa:
1.- Amnistía Internacional.
Hacia agosto de 2004, la violencia étnica, religiosa y racial en Sudán había costado ya unos 2.000.000 de muertos, así como alrededor de 4.000.000 de desplazados, en los 20 años anteriores, aproximadamente. Estas cifras superan claramente las del conflicto israelo-palestino para el mismo período.
Informes emitidos por A.I. sobre la violencia en Sudán entre el 7 de marzo y el 13 de octubre de 2001: 7.
Informes emitidos por A.I. concernientes al conflicto israelo-palestino entre el 7 de marzo y el 13 de octubre de 2001: 39.
Informes emitidos por A.I. entre septiembre de 2000 y comienzos de 2003 sobre Sudán: 52.
Informes emitidos por A.I. entre septiembre de 2000 y comienzos de 2003 sobre Israel/Palestina: 192.
Los informes de A.I. sobre el asunto Israel/Palestina catalogaban de "asesinatos" las liquidaciones de elementos terroristas por parte israelí, y acusaban a Israel de "crímenes de guerra", término éste raramente usado en relación a Sudán.
La fuente a este respecto es un informe de N.G.O. Monitor, que se basa en datos de la propia A.I.
2.- Human Rights Watch.
Según el informe de N.G.O. Monitor arriba referido, y que a su vez recoge los datos de la propia H.R.W., entre septiembre de 2000 y marzo de 2004, esta O.N.G. emitió 40 informes sobre Sudán, menos de la mitad de los que emitió sobre el asunto Israel/Palestina en el mismo período.
Otro informe de N.G.O. Monitor, con fecha 29 de octubre de 2008, dice sobre Joe Stork, autor del arriba referido (y enlazado) informe de H.R.W. de 13 de agosto de 2009, que perteneció en los años 70 al M.E.R.I.P. (Middle East Research and Information Project, Proyecto de Investigación e Información sobre Oriente Medio), una organización de ideología antisionista. Esta organización disculpó/justificó las masacres de los JJ.OO. de Munich (septiembre de 1972) y de la escuela de Ma'alot (mayo de 1974). La primera costó las vidas de 11 atletas israelíes, un policía alemán y 5 de los 8 terroristas implicados; la segunda costó las vidas de 22 alumnos (produciéndose además algunas muertes previas por parte del comando, antes del tiroteo final en la escuela).
Para realizar este informe que trata la figura de Stork y su pertenencia a M.E.R.I.P., N.G.O. Monitor utiliza información de la propia organización. En el informe se habla además de otros miembros de H.R.W. que ofrecen perfiles ideológicos similares a los de Stork: Lucy Mair, Sarah Leah Whitson y Nadia Barhoum.
En este informe de C.A.M.E.R.A. (Committee for Accuracy in Middle East Reporting in America, Comité para la Precisión en la Información sobre Oriente Medio en América), con fecha 19 de febrero de 2009, se ofrece esa misma información, e incluso se proporciona un enlace al informe de N.G.O. Monitor arriba referido, que sirve como fuente. También se usa información proveniente de la H.R.W. misma.
3.- Organización de las Naciones Unidas.
Según un informe del Jerusalem Center for Public Affairs (Centro de Jerusalén para Asuntos Públicos), con fecha 1 de enero de 2006, la Comisión de Derechos Humanos de la O.N.U. (activa entre 1946 y 2006) pasaba Resoluciones condenatorias por violaciones de los DD.HH. que, en la mitad de los casos, aproximadamente, hacían referencia a un único Estado: Israel. En 2005 tan sólo, la ya extinta Comisión pasó 4 Resoluciones que condenaban a Israel, el mismo número de Resoluciones condenatorias contra el resto de los Estados del mundo en aquel año. Esas otras naciones, condenadas únicamente a través de 1 Resolución de la Comisión, fueron Bielorrusia, Cuba, Myanmar y Corea del Norte.
A la hora de realizar este informe, se recurrió a la propia O.N.U. como fuente.
Un informe de U.N. Watch afirma, basándose en información de la propia O.N.U., que de 2006 a 2007 la Asamblea General del areópago transnacional aprobó 22 Resoluciones relativas al asunto Israel/Palestina, mientras que sobre el genocidio de Darfur, del que es responsable Sudán, no aprobó ninguna.
El informe emplea datos de la O.N.U., de los que también se extrae la siguiente información (al margen del informe de U.N. Watch arriba referido y enlazado):
Resoluciones de la Asamblea General para el período 1997-2006:
i) En relación a la Segunda Intifada, entre 2000 y 2005, y la Segunda Guerra del Líbano, entre julio y agosto de 2006 (6.935 muertos en total, aprox.): 28.
ii) En relación a la Segunda Guerra Civil de Sudán, entre 1983 y 2005, y la Guerra en Darfur, desde 2003 y contando (2.300.000 muertos, aprox.): 14.
iii) En relación a la invasión de Irak (y al margen del período posterior de ocupación, que dura hasta nuestros días), comenzada el 18 de marzo de 2003 y finalizada el 1 de mayo del mismo año (35.000 muertos, aprox.): 15.
iv) En relación a la guerra en Afganistán, desde octubre de 2001 hasta el presente (70.000 muertos, aprox.): 22.
Búsquese información adicional sobre el tema O.N.U./Palestina/Israel aquí.

¿Qué conclusiones se pueden extraer de todo esto? Si la O.N.U., A.I. y H.R.W. son tan imparciales y actúan tan desinteresadamente, ¿cómo es que muestran más preocuación por el asunto Israel/Palestina, cuando éste provoca muchas menos víctimas que la guerra en Darfur? ¿Cómo es que el mundo se fía de buenas a primeras de personas como Joe Stork o Lucy Mair, habida cuenta de sus historiales? ¿Por qué hay más Resoluciones de las Naciones Unidas e informes de A.I. y H.R.W. concernientes al conflicto israelo-palestino que a la violencia en Sudán y Darfur?